Despoblado en el término de Iglesias a 3.100 mts al norte, lindando con el Camino de Santiago o camino real de Burgos a León y con las aguas del arroyo de San Bol. Citado en el Becerro de las Behetrías en el año 1.352
Durante el siglo XIV, la encomienda antoniana castreña gozaba de importante rentas de algunos pueblos de Castilla, derivados de los privilegios reales, tal como se colige del Libro Becerro de las Behetrías. Fue un periodo boyante, pues sería a partir del siglo XII y durante la mayor parte del XIII cuando se edificó la impresionante iglesia de fundación imperial. Efectivamente, en lugar de San Bol, (Sant Boul) según el Libro Becerro, consta que es propiedad de la orden de San Antón de Castrojeriz, donde atendían una leprosería, y por derechos del rey satisfacían martiniega, derechos y prendas al castillo de Burgos por un total de 33 maravedís. Al adelantado le pagaban el concepto de quarto de martiniega 15 maravedís. Otorgan carta de pago al que los reciba por el un maravedí, daban el rey servicios e monedas y no satisfacían fonsadera ni nunca la pagaron porque tenía privilegio. Por lo que respecta a los derechos del señor, eran los de infurción, pues cada solar pagaba a la orden de San Antón media fanega de trigo y otra media de cebada, sin pagar ningún otro pecho. Por su parte L. Serrano no afirma que San Boal pertenecía a la orden antoniana: entre Hornillos y Hontanas podían los peregrinos acudir al monasterio de San Boal o Baudilio dependiente de una entidad extranjera, acaso de los antonianos. El despoblado de San Boal, se encuentra en la intersección de la vía jacobea con el camino de Isar, a la izquierda de este y junto al mismo, y a unos 100 m a la izquierda del camino de Santiago. En dicho lugar hay abundancia de agua, y una buena fuente (La fuente tiene un gran significado simbólico: la fuente del peregrino es el manantial, el hontanar, aunque no es la fuente simbólica mística llamada de la juventud, que aparece cerrada en un jardín, patio o claustro, imagen del Paraíso Terrenal con los cuatro ríos, la fuente del peregrino es la fuente que mana y corre hontanar como símbolo de la energía, de la fuerza vital, del movimiento y de la inspiración. La fuente de Castalia, cuyo origen fue una ninfa, excitaba el entusiasmo y la imaginación). El patrono de su iglesia era San Baudelio, nombre del que deriva San Boal, y su iglesia fue convertida en ermita. De los datos extraídos del libro Becerro de las Behetrías se colige que gozaban de varios privilegios reales, pues no satisfacían fonsadera, "acudir a la prestación militar cuando el rey lo reclamase en virtud del mismo". Sin embargo el lugar de San Boal quedaría anexionado definitivamente al Monasterio benedictino de San Pedro de Cardeña en octubre de 1476, arrebatándoselo a los antonianos de Castrojeriz. ¿Cuál sería la razón de este expolio?. Es difícil de aventurar causas, sin embargo intuimos que a finales del siglo XV la encomienda castreña no pasaría por sus mejores momentos, e inmersa en un periodo de debilidad le fue enajenado un lugar que le rendía sustanciosos beneficios. Este proceso de debilitamiento puntual de la encomienda castreña sería que los títulos y dignidades eclesiásticas se detentaban a título beneficial, por lo que la encomienda de Castrojeriz, al estar sujeta al patrono regio, el comendador mayor era designado por el papa por lo que el comendador mayor gozaba de las prebendas inherentes al título sin tener obligación de mantener su presencia física en la encomienda, por lo que no podía defender los intereses de la misma con vehemencia. Sobre el lugar de San Bol nos confirma Berganza: entre los lugares de Iglesias y Hornillos hubo un monasterio dedicado a San Boal del cual por este tiempo, en que vamos, no había quedado más que la iglesia, que tenía algunas heredades, que redituaban 80 libras turolenses. El abad don Diego informo del estado de dicha iglesia a Nicolás Franco, protonotario de la silla apostólica, y nuncio de los reinos de Castilla; y considero que dicha iglesia de San Boal con sus propios se incorporase con nuestro monasterio de Cardeña, en 20 de octubre del año de 1476. Se trataba de un momento en que el monasterio benedictino de San Pedro de Cardeña iniciaba un significativo expansionismo hacia la zona noroeste castellana, en una amplia área del curso del Pisuerga, en el Alfoz de Amaya, y no sería extraño confirmar que el Priorato de San Boal estuviera en el punto de mira de la política expansiva de San Pedro de Cardeña. Lo mismo había sucedido con el Monasterio de Rezmondo tres siglos antes, cuando Cardeña inició una política expansionista obteniendo importantes donaciones por cuanto confirman la tendencia geopolítica de la abadía a extenderse y afincarse en la región occidental de Castilla, por lo que Cardeña ampliaba y completaba su señorío con un importante enclave territorial. A pesar de todo el poblado quedó misteriosamente abandonado en 1503. Y la explicación más plausible es que estaba habitado por judíos sefarditas y que tras el decreto de expulsión de los judíos, promulgado por los Reyes Católicos en 1492, comenzó la diáspora, que afectó también a esta zona burgalesa, como lo señala la toponimia y la historia de ciertos lugares. Yudego, Castrillo Matajudíos , Tapia de Villadiego etc. Por lo que respecta al espacio que circundaba la encomienda de San Antón se trata de una zona donde la tierra se muestra demasiado generosa regada con abundante agua, allí comenzaba a extenderse ampliamente el valle, que comenzaba en Castellanos, conformando una campiña que hasta finales del siglo XIX, cuando es extinguida la orden antoniana, constaba con numerosos viñedos, guindaleras y frutales, principalmente en las vertientes de sus alturas, en la actualidad despobladas. (La iglesia de San Bol se convirtió en ermita y existió hasta 1.819, tal como consta en la visita pastoral, que ya delataba su estado ruinoso)